Banksy

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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Orgullosamente Universitario

A principios de 1989, como una parte importante de la población de bajos recursos de la capital del país, me enfrené a un dilema: ¿seguir estudiando o no? Estaba a punto de terminar la secundaria y con ello esa decisión se avecinaba. Con el apoyo (¿presión?) de mis padres decidí que sí.
La siguiente cuestión era a cuál escuela debía aplicar. Las dos instituciones de educación superior eran excelentes opciones.
Un domingo por la tarde, lo recuerdo bien, apliqué para el examen de admisión a la UNAM. Salí un tanto decepcionado porque pensé que no me quedaría.
Durante esas vacaciones, yo tuve que trabajar. De pronto llega el responsable del área donde laboraba y me dijo: "Habló tu papá y que te diga que te quedaste".
Así en el verano de 1989 entré a la Preparatoria 5 (Prepa 5). Mi recibimiento fue una "novatada" y terminé rapado.
Después de 4 años en la prepa (shame on me), ingresé a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Ahí inicié lo que hasta hoy es mi campo de estudio: la sociología urbana.
Durante esos 9 años "mamé" lo que es ser universitario. No únicamente es ir a una universidad, es sentirse parte de ella, hablar, ser partícipe de la vida académica, social y política. Significa estar de acuerdo, discentir, plantear ideas, es, como diría Gramsci, ser parte de un cambio.
La huelga de 1999, al contrario de lo que planteaban los detractores, no debilitó a la UNAM; al contrario, la fortaleció. Hizo que esos universitarios nos sintiéramos aún más orgullosos. Que sintiéramos que éramos una comunidad unida.
Ahora, en un tiempo de crisis económica y, sobretodo, de legitimidad hay algo que une a la mayoría de los que vivimos en este país: la UNAM.
No me queda más que decir, ORGULLOSAMENTE EGRESADO DE LA UNAM!!!